E92 - Para tener y mantener una propiedad histórica se requiere mantenimiento e inversión constante en la propiedad. Este era el propósito de la exención otorgada por el Instituto de Cultura que viabilizó la restauración del Viejo San Juan.
Antes del 2020, el proceso para obtener la exención contributiva era así: se solicitaba una inspección al Instituto de Cultura. Ellos inspeccionaban la propiedad, determinaban si estaba en cumplimiento o daban recomendaciones para ponerla en condiciones óptimas. Luego, emitían una carta que el Instituto enviaba al CRIM y al propietario, para llevarla a Hacienda. La notificación del CRIM automáticamente reflejaba la exención en la cuenta. Para Hacienda, si no tenías alquiler, no tenías que llevar la carta.
Si había un cambio de dueño, se llevaba la escritura del nuevo dueño al Instituto con una hoja de solicitud de servicio para solicitar el cambio de nombre en la exención. Se presentaba la escritura, y se hacía el cambio con copia del certificado a nombre del nuevo dueño. El CRIM realizaba el cambio correspondiente.
Así era ANTES. Con la Ley 60, TODO esto cambió y se consolidó bajo el programa de incentivos del DDEC. Con la idea de simplificar los incentivos, este proceso fue encajonado en este nuevo sistema. ¿Qué implicaciones tiene? ¡Escuchen!